Un naranjo aparece como testigo mudo de la vida que transcurre a su alrededor y que sirve de detonante para que afloren recuerdos que se remontan a la posguerra española. Se desgrana los sentimientos de nostalgia, soledad y felicidad de las dos protagonistas.
El libro que no es un libro. Reivindica el papel de la lectura en la formación del individuo.
Nos vemos el próximo miércoles a las 7 en nuestra reunión habitual.